Espalda; La Importancia del Rolido


LA TÉCNICA DE ESTILO ESPALDA


El estilo espalda consiste en una acción alternativa de los brazos y de las piernas en posición dorsal, sobre las espaldas. Esto les obliga a realizar las brazadas con una trayectoria más lateral que por debajo del agua, como sucede en el crol.


Es el único estilo en el que la cara nunca queda sumergida en el agua, excepto en los virajes y las salidas, por lo que la respiración sólo será importante por motivos de fatiga. La cabeza se mantendrá de manera que la superficie del agua esté rozando el lóbulo de la oreja del nadador.

La desventaja que tiene este estilo es que el nadador no visualiza hacia donde va y tiene que buscar puntos de referencia, especialmente en los volteos y en la llegada. Esto se consigue con experiencia y relacionando el color de las corcheas con la distancia que tienen a la pared, para aproximar el viraje lo máximo posible a su frecuencia de brazada.

Otra característica que comparte con el estilo crol es que el cuerpo gira a través de su eje longitudinal, excepto la cabeza que permanece fija; es lo que conoce como rolido pero en posición supina. El reglamento actual de natación exige que el nadador de espalda permanezca sobre su espalda mientras nada y no supere este giro o rolido más de 90 grados.


La acción alternativa de los brazos en espalda hace que un brazo se esté moviendo hacia bajo cuando el otro se esté desplazando hacia arriba, por esto los nadadores deberían rolar hacia la derecha a medida que su brazo derecho entra en el agua efectuando el barrido descendente y deberían hacerlo hacia la izquierda cuando su brazo izquierdo realice el movimiento correspondiente. 

Los movimientos propulsores de las piernas son alternativos de arriba a abajo. La propulsión se realiza con el movimiento ascendente de cada pierna.

FASE ASCENDENTE
FASE DESCENDENTE
                                                   

CONCLUSIÓN:


Tras analizar la técnica de estilo, vemos que el movimiento de rolido es importantísimo para efectuar correctamente la natación de espalda. 

Un buen rolido nos ayudará a tener una mayor potencia, ya que al girar la línea de los hombros, podremos llevar el brazo sumergido más abajo y realizar mayor fuerza de impulso bajo el agua (fase de tracción o barrido). También, por contrario, el brazo que realiza el recobro, al llevar el hombro fuera del agua, nos permitirá movimiento coordinativo mejor. Gracias al rolido, la línea de los hombros no ofrecerá tanta resistencia al agua, por lo que nuestro cuerpo y nuestro avance será más hidrodinámico.


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