Puente Romano, Lugo
Era una tarde soleada. Allí estábamos veintitrés alumnos de Tafad en el antiguo Puente Romano para comenzar nuestra primera actividad con la bicicleta. Tras mover cielo y tierra para conseguir una bicicleta, bajo un sol de justicia y con la comida aún en la boca, nos disponíamos a dar pedal durante buena parte de la tarde. Ataviados como profesionales (maillots, cascos, gafas, guantes...) comenzamos la "etapa".
Al ritmo que marcaba el profesor, fuimos formando una hilera, cual serpiente multicolor, y comenzamos la ruta por el paseo que bordea al río Miño.
Tras varios metros, paramos en un margen del camino para explicar varios aspectos de la bicicleta y de el uso del cambio de marchas (relación piñón-catalina), además de explicar aspectos como la seguridad, la altura del sillín recomendable, el respeto por los viandantes y demás usuarios del camino, la importancia del casco y del botellín, para evitar deshidratación.
Tras varios metros, paramos en un margen del camino para explicar varios aspectos de la bicicleta y de el uso del cambio de marchas (relación piñón-catalina), además de explicar aspectos como la seguridad, la altura del sillín recomendable, el respeto por los viandantes y demás usuarios del camino, la importancia del casco y del botellín, para evitar deshidratación.
Una vez explicado este aspecto importantísimo a mi modo de ver, proseguimos con nuestra marcha hasta la depuradora. En donde, hicimos un pequeño parón en nuestro pedaleo para que nos explicase el siguiente reto: "subir una cuesta de una gran desnivel". Para este propósito, el desarrollo que debemos llevar para que nos sea posible subir, deberá ser un 1:1 o 1:2. Otro punto importante en el que deberemos prestar atención será en desplazar el centro de gravedad hacia encima del manillar para que no se nos pince la rueda delantera al hacer tanta fuerza con el pedaleo.
Tras estos consejos, y con mucho esfuerzo, logramos subir aquella "pared"; tras lo cual, proseguimos un poco por el sendero para volvernos agrupar y dividirnos en pequeños grupos para emprender la vuelta a casa. En esta última parada, otorgamos el mandato del minipelotón a un compañero, el cual debería ir fijándose en el ritmo que imprimía al grupo para que nadie se quedara descolgado. Otro aspecto importantísimo a la hora de llevar a una clase de ruta en montain bike, ya que por muy buenos que seamos y mucha práctica que tengamos, se trata de hacer una salida amena y en la que todo el mundo dea seguido el ritmo; disfrutando del paisaje y de la compañía de nuestros amigos.
